jueves, 29 de septiembre de 2011

Polución, recortes y botas de fútbol.

¿No tienen la sensación de cada día la gente está más cabreada con el mundo? O mejor dicho, son pequeños detalles tales como la descortesía o las pequeñas frustraciones matutinas que, como gotas de agua, desafían la capacidad del vaso de nuestra paciencia.

Verán; esta mañana he estado en una obra de Aena. Al llegar al control de acceso me he encontrado una barrera bajada y un guardia de seguridad muy educado que me ha saludado. Mientras estaba tratando de explicarme por donde tenía que entrar ha aparecido al otro lado de la barrera un pedazo de mercedes ocupado por dos personas que, a juzgar por los pitidos de claxon que me han dedicado,  parecían tener mucha prisa.

El señor guardia les ha mandado esperarse y cuando por fin han pasado, uno de ellos le ha dicho al guardia en un español entre lo patético y lo telegráfico que tenía mucha prisa porque tenían que llegar al entrenamiento.

Por lo visto, según me ha dicho después el guardia, se trataba de un jugador del Real Madrid llamado Khedira.
Se ve que ha llegado  España el sistema de castas; el entrenameinto de un jugador del Real Madrid justifica, si hace falta, que se pase por encima de un ciudadano cualquiera para que no se enfade Mourinho. Eso sí; lanzando a la atmósfera toneladas de CO2.

¿Cóm era aquello? Dejenme pensar; ah, si. ¡Lucha de clases! Pareciera que en plena crisis el bueno de Marx no fuera un autor tan trasnochado.

Y hablando de crisis; ¿cuando se va a dar cuenta la vieja Europa, cada día más vieja y menos Europa, que su elemento diferenciador; su estado de bienestar, se está muriendo de inanición a base de una dieta que la está matando? Tres años llevamos de crisis, y todo el mundo, tanto socialdemócratas como liberales piensa que la solución vendrá por los recortes a la mayor gloria del sancta sanctorum de "tranquilizar a los mercados" ¿es que nadie se ha dado cuenta de que dejar la economía en manos de los financieros es lo mismo que dejar al lobo a cargo de las ovejas?

Les dimos la filósofia y ¿cómo nos lo pagan? Con un rescate; es lo que debe pensar el pobre Papandreu cuando se reúne con sus correligionarios germánicos. Cada día huele peor y no es sólo por los muertos del cuerno de África. Mezclado con el de los tubos de escape brota un nauseabundo hedor de los parlamentos y los parqués de Europa ávidos de miseria y planes de rescate que engorden sus cuentas . Por cierto ¿cuánto hace que no llueve? Lo siento por los asmáticos.